No me gusta invadir lo que no es mío, suelo intuir cuando no soy bien recibida o al menos cuando no se me espera y allá que no voy en tal circunstancia, pero me entristece la falta de sinceridad. Todo el mundo debería poder permitir la entrada o no a su espacio personal. Y así, cuando me dejen una puerta abierta al menos sabré que soy bien recibida. Creo que deberiamos actuar de una forma mas sencilla. Nos iría bastante mejor.