jueves, 25 de octubre de 2007

Cuestión de asumir

No me gusta que me animen sobre una base milagrera, agradezco su cariño, su apoyo, su comprensión, pero no quiero hacerme ilusiones basadas en simples milagros que se que no se producirán.

Opté por saber la verdad, y por mucho que me cueste la asumiré y lucharé para ser fuerte y ayudarla en lo que pueda durante el tiempo que sea, cuanto mas mejor.

Odio los cambios, me cuesta aceptar una noticia cuando llega, soy así, necesito mi tiempo para asumirlo, para respirar hondo, para contar hasta nueve, y una vez asumido todo vuelvo a ser yo y estoy lista para lo que sea...

Escuchando:

jueves, 11 de octubre de 2007

Cuestión de confianza

Sueño que voy conduciendo mi viejo coche por una carretera solitaria, voy con el depósito medio vacío y hace kilómetros que no paso por ningún surtidor, tampoco hay muchas esperanzas de encontrar uno en lo que queda de camino.

De vez en cuando me adelanta el mismo coche a una velocidad de vértigo, suele pasar tan cerca que para esquivarlo tengo que dar un volantazo desviándome de mi camino, tras el susto consigo enderezar el rumbo y volver a mi carril.

Fuera el cielo está nublado y por dentro no está mucho mas despejado. La música es mi eterna compañía al volante, ella siempre está cuando la necesito, como ahora.

Confío en el motor de mi viejo coche, consume poco combustible y se que puedo llegar al destino, sea el que sea, le pese a quien le pese, se que el no me dejará tirada... el no.

Cantando:

martes, 9 de octubre de 2007

La mirilla

Algunas noches paseando por la calle del optimismo me detengo en el número nueve y como una niña traviesa juego a mirar por la mirilla de la puerta y me encanta lo que veo.

Montones de sonrisas por todas partes, canciones que escriben tomos y tomos de cariño con tan solo cuatro acordes, una luna llena que me sonrie cuando me ve llegar. Un puñado de deseos, de intenciones, de sueños y esperanzas. Un abrazo por cada ventana y un beso robado en cada esquina de la casa.

A ratos consigo olvidarme de todo y quedarme mirando por esa mirilla sin preocuparme de lo rápido que corre el tiempo cuando menos lo deseo. A ratos tambien me doy cuenta de que no estoy tan sola como a veces siento...